viernes, 18 de noviembre de 2011

Palabras y Psicoanálisis

"Escribir no significa convertir la realidad en palabras, sino hacer que la palabra sea real"
- Augusto Roa Bastos

Trataré de ser por de más conciso con una entrada breve (Bueno, Más de uno dijo que la anterior entrada fue larga).

Donde no hay lenguaje, no hay configuración

Para explicarlo básicamente (muy básicamente) se puede decir que pensamos en palabras, percibimos el mundo en palabras, le ponemos nombres a las cosas (tangibles o no) y las encajonamos en conceptos, así aquello que carece de nombre presenta por demás una notorio ausencia.

El "Consenso" Lingüístico

Ahora pasemos al siguiente punto: En lingüística existe algo concebido como "Consenso". Para términos de un sistema de comunicación, un "Consenso" es lo que hace posible la funcionalidad de un idioma en una población dada: Consenso es el "acuerdo" por medio del cual algo recibe un nombre.

Por ejemplo: Yo puedo tener frente a mi una Mesa, o estar apoyado sobre una, pero una cosa es el objeto en sí, "La Mesa" que existe en la realidad tangible, y otra es el nombre que conlleva un concepto: La secuencia de sonidos ("M", "e", "s" y "a" en dos sílabas corridas: "Me" - "Sa") que bautizan dicho objeto.

El consenso es pues, el "acuerdo" que tienen los hispanohablantes de llamar "Mesa" al objeto que cumpla dichas características, y para saber bien a que características me refiero sólo den le click a este enlace.

La palabra no es lo Real

Antes de repasar el concepto de "palabra" retomemos por última vez esta idea: La palabra que bautiza el objeto conlleva una definición o concepto, a fin de cuentas un entendimiento de la persona, un significado o -mejor dicho- un peso o valor.

Etimológicamente, "palabra" comparte raíz con "paralelo", en el sentido de algo que está junto a otro algo, pero no es lo mismo, así, la palabra "Silla" no es una silla en sí, pero es algo que siempre va paralelo a eso.

¿Dualidad?

No quiero caer en dualismos excesivos, pero  quizás ya han advertido que esto se puede notar como un notable ejemplo de la diferencia entre mente y cerebro (no digo que uno sea ajeno al otro, pero sí que al menos sí se les puede adjudicar algún grado de independencia); no es difícil de concebir esto: Que la personalidad o la mente puede estar más en los recuerdos de las experiencias que en el soporte biológico (sin el cual no sería posible).

Analogía de la Carta (Dualidad de Mente / Cerebro): Podría pensarse en una carta como analogía: Tenemos el papel y la tinta que forman a la carta, dichos elementos son susceptibles a análisis químicos y son sensibles a reaccionar de una forma u otra al medio o la exposición a ciertos factores. Por ejemplo: Al ponerla en un medio iluminado la carta es más legible, al mojarla podemos dañarla de manera irreversible; pero -de forma muy independiente a las propiedades químicas o físicas del papel y la tinta o sus reacciones- el mensaje de la carta es historia aparte: Puede ser una carta de amor, una de despedida o una cotidiana... Ciertamente No podría ni podría existir sin el papel donde escribirse ni tinta que le forme, pero también es cierto que el mensaje redactado en ella es una historia aparte, una singular formación productos de algo excepcional y que más de las veces sólo podemos evaluar en forma cualitativa (al menos esa es nuestra posición).

No caeré en afirmar que la mente es una construcción ajena al cerebro o la biología (es innegable que un café o un antidepresivo alteran al sujeto), pero sí que al menos se le puede conceder un grado de libertad o independencia a nuestro pensamientos, sentimientos y actitudes con respecto a la parte biológica.

¿Qué más real que lo impensable?

Volviendo sobre el primer tema: Una retahíla que probablemente han escuchado hasta el cansancio es la de la imposibilidad de describir los subjetivo, los sentimientos de odio, amor o tristeza; concretamente quizás ya han escuchado aquella de la sensación del amor como indescriptible; esto nos deja con una curiosa reflexión: ¿Qué más real que aquello alejado de las abstracciones?: Lo real e incuestionable para la persona (de eso que no podemos dudar), es precisamente aquello que escapa de nuestras abstracciones, lo libre del reino de nuestros conceptos y palabras.

En conclusión muy condensada sería: Podemos marcar la diferencia entre lenguaje / palabra / concepto / lo que es concebible por un lado, y lo real por lo otro; después de todo se puede decir que este es un elemento de estudio fundamental en el campo de la psicología y del psicoanálisis: La asimilación de la realidad por parte del sujeto y su forma de reaccionar ante esta, el "¿Porqué?" de ello, que es precisamente lo que se indaga en terapia.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Paranoia y Masturbación

Cualquiera puede entender la paranoia cuando se le reduce a una característica específica: La inhabilidad para interpretar estímulos sociales, o mejor dicho, el interpretarlos mal, siempre llevándolos en dirección a uno (esta es una nota importante: un elemento básico de la paranoia es el narcisismo, básicamente no hay paranoia sin esta característica).

Procederé a darles una explicación más substanciosa con un ejemplo:

Situación 1: Supongamos que tenemos a un grupo de amigos y uno de ellos ("A") lanza una broma que hace referencia -indirectamente- a otro del grupo ("B"), todos lo encuentran cómico, se divierten y siguen con sus vidas, fin.

Situación 2: Ahora imaginen la misma situación y ejemplo pero con una ligera variante: La broma que lanza "A" no hace referencia a nadie, por lo que "B" no reacciona (pues no tiene nada que detectar).

Voy a algo con esto: Toda persona con una sana y funcional interacción social es capaz de detectar y entender esas sutilezas de las relaciones humanas: Las "indirectas", es decir, estímulos más cualitativos que racionales (que se interpretan más por experiencias y sentido común que lógica fría); estos pueden abarcar formas muy variadas, como las "indirectas" de una chica a un chico, las bromas amistosas, las criticas diplomáticas (constructivas o destructivas), etc. 

Hagamos una variante de las situaciones anteriores, pero con "B" con rasgos al menos ligeramente más paranoides:

En la Situación 1 "B" sería mucho más sensible al estímulo (podría ser aprensivo), mientras que en la Situación 2 podría reaccionar como en la 1, dándole muchas vueltas al asunto has ver algo que realmente no está ahí: "B" se preguntaría en esta versión de la Situación 2 "¿Por qué "A" dice eso?, ¿Es acaso en referencia a mí?" (Por más nimio que sea, se puede decir que la paranoia pone una exagerada atención a los detalles y sutilezas).

De ahí se puede reducir la paranoia a lo dicho antes: Los estímulos sociales se mal interpretan, pero siempre en dirección a uno mismo.

Un Caso de Paranoia

Existe un curiosa caso didáctico en los anales del psicoanálisis que resulta por de más interesante. También lo resumiré para efectos prácticos:

Una chica ("A", una mujer joven e independiente) tiene una relación intima con un joven ("B") que conoce en su trabajo. Después de un par de encuentros en los que hubo cierto tipo de intimidad esta mujer refiere dos cosas:

1. Durante el primer encuentro en el que hubo algo de intimidad, asegura haber escuchado un sonido breve y mecánico desde una parte alejada y resguardada de la habitación (en la casa de este joven, "B"). Tiempo después de esto a la muchacha le pareció que el joven ("B") le contó algo a una mujer en el trabajo ("C"), siendo que esta mujer ("C") es una señora de edad que es superior directo de la joven ("A") y le ha tomado cierto afecto casi maternal (Afecto de "A" para con "C", de la joven para con la señora).

2. Durante el segundo encuentro en el que hubo intimidad en la casa del joven (de "B"), no sólo ha se repitió aquel sonido mecánico breve (que distrae a la chica "A" del encuentro), si no que después de salir del departamento de aquel joven (de "B"), la chica cruzó miradas de forma breve pero notoria con un hombre que llevaba un paquete y que recordaba haber visto antes...

Después de esto la deducción era -al menos para "A"- por demás obvia: El hombre con el que había cruzado miradas era un fotógrafo, lo que llevaba en el paquete eran fotos que había tomado desde el rincón alejado y resguardado de la habitación de la casa de "B"... Todo era claro: Desde el principio todo fue un engaño de "B" para desprestigiar le ante la señora ("C"), dañando así su imagen ante alguien que le importaba.

Evidentemente toda la deducción anterior fue fruto de un disparate paranoide, pero nos revela de forma por demás didáctica el mecanismo básico de una neurosis (o síntoma si se prefiere) en acción, verán, para la teoría psicoanalítica las neurosis, en una de sus facetas más notorias, esencialmente presentan un conflicto entre dos posturas internas, si se desea se puede pensar en un deseo que choca contra la Represión del mismo (deseo vs. represión), es entonces cuando entra la defensa a acallar esté "deseo". Una defensa particularmente excesiva (y desgastante) podría desbocar en un Síntoma.

De este caso se pueden desprender un análisis mucho más elaborado, como por ejemplo, el notorio hecho de  que la misma joven ("A") haya asociado por sí sola la señora de edad de su trabajo ("C") con una figura materna (pues son los padres quienes nos introducen inicialmente en las normas sociales básicas, nos dicen que está bien y que se debe contener); pero nos frenaremos aquí.

Gozar vs. Neurosis

Esto se puede manifestar de muchas formas: Por ejemplo, en el caso que mencionábamos podría ser Deseo vs. Represión, lo dejaremos en algo que para el publico resulta familiar en relación en el psicoanálisis: Deseo eróticos vs. Represión moral / cultural.

Pues cuando tenemos este deseo que es sancionado por una estricta norma moral, vemos como entra en acción el Síntoma a detener el goce del sujeto (como si le dijese "¡¿A dónde crees que vas accediendo a ese placer tan orondo?!", así las normas del mismo sujeto serian una suerte de "Gran regulador", pero uno excesivo); esto es particularmente notorio en los neuróticos de diversos tipos.
Quizás esto ejemplifique mejor las cosas: Es como si el sujeto sintiera el "placer"
(o un objetivo) en el extremo opuesto e irreconciliable de la Represión (o un deber,
expectativa, comodidad o -en resumen- acción en contra), siendo que tiene que tender
a un extremo o a otro, como en una decisión forzada. Por si esto fuese poco, también
es como si se tratase de una balanza y tuviera problemas para hallar un equilibrio entre uno
y otro (siendo que a uno sólo se puede acceder por medio de ceder a otro).
Finalmente, para rematar, es como si también existiese un mecanismo automático, y cada vez
que el sujeto tiende un poco hacia el "placer" (o el objetivo que comúnmente es reprimido)
se suelta una plomada que hace un contrapeso decisivo sobre la Represión,que podría ser
visto como el síntoma o el comportamiento que deja a la persona donde no pretendía estar.
Cabe mencionar que el hecho de que ese síntoma aparezca nos revela la Neurosis, es decir:
Si la plomada es aventada es porque había algo que la sostenía. Se podría pensar que este
es oscilante, ya que como ocurre con el comportamiento humano, no podemos predecir
a ciencia cierta si el sujeto tomará tal o cual decisiónde vida (click para ver en detalle).

Creo que la imagen anterior rompe el record de los comentarios de pie de página, pero me parece es lo suficientemente didáctico...

Ahora, si tomamos en cuenta todo esto podemos analizar más técnicamente el caso de paranoia que mencionábamos, de la joven ("A") que aseguraba haber sido engañada por un joven que probablemente no tenía las intenciones que ella imaginaba.

En resumen: El deseo de la joven ("A") es muy notorio (Compañía, una pareja o puramente sexual), pero a forma de una ideación mental (paranoica), aparece todo este entramado que la hace terminar donde probablemente no quería o donde no hubiera acabado con un razonamiento más lógico o libre de sus "fantasmas".

Incluso se puede llegar a pensar que la represión social, las criticas de la sociedad y las miradas que escudriñan a uno por un comportamiento inapropiado, pesan más o son exageradas en el neurótico.

Psicoanálisis de todos los Días

Pasaremos a describir un escenario sumamente hipotético (cualquier parecido con la realidad pasada o presente es coincidencia): Supongamos que eres un(a) joven adolescente que en un momento libre decide explorar (o re-explorar) las regiones personales más personales y sensibles de su cuerpo en la soledad de su cuarto cuando de repente se detiene de golpe: Le ha parecido escuchar un sonido demasiado breve o bajo, no puede identificarlo y lo primero que piensa es que papá, mamá, hermana, hermano o alguien más ha vuelto sin avisar o quizás alguien le espió (Uno tiene que amar lo viable en la vida humana de los ejemplos del Psicoanálisis)... El principio es en base el mismo: Una intensa (y agobiante) actividad mental impide la consumación del goce.

Es  casi como si ese breve y común rasgo paranoico fuera una reacción corriente de defensa ante el placer que inducirá la masturbación (y que obviamente entra en conflicto con lo que la cultura y los padres le ha enseñado a la mayoría).

Conclusión

La conclusión a la que se puede llegar de procesos como el anterior es la siguiente: Las Neurosis interfieren o reprimen el acceso al goce (placer), así, como se puede ver, a fin de cuentas tenemos un malestar emocional en el sujeto... Moraleja: "Llamenle histeria, paranoia o depresión, al final el sujeto se las ingenia para no ser feliz".



Para Saber más:
* "Comunicación de un Caso de Paranoia contrario a la Teoría Psicoanalítica" (1915), Sigmund Freud